lunes, 1 de octubre de 2012

Punk o no punk: esa es la cuestión


El siguiente artículo ha sido escrito por un amigo que prefiere mantenerse en el anonimato:

Soy un gran fan de Green Day desde los 10 años, cuando escuché “American Idiot”  por primera vez, disco que me hizo inseparable de la banda californiana. Desde aquel momento, no he parado de escuchar su discografía, además de ver multitud de directos en vídeo. Incluso me sé mejor la vida de Billie Joe (cantante/guitarrista) de memoria que la mía.
Y precisamente hoy día 25 ha salido su último trabajo “¡UNO!” a la venta en España.
Pues bien, desde hace mucho tiempo que se le echa en cara a GD el disfrazarse de un ideal que no profesan. Y es que es cierto que su idiosincrasia punk-rock ha ido disminuyendo conforme han pasado los años. Vale, lo admito. Las primeras demos de GD, tales como “Why do you want him?” presumen de un leve carácter punk rock. Si bien las letras no presentan mucho símil con las de Sex Pistols ¸ en cuanto a la música en sí, comparten rasgos típicos del género, como “power chords” constantes, baterías simples y ruidosas, e incluso voces que llegan a estar desafinadas, como si tratasen de protestar.
Ya en 1992, cuando firmaron contrato con Reprise Records, se les tachó de vendidos por sus primeros fans del bar de punk 924 Gilman Street. Sin embargo, no fue hasta 2004, tras la publicación de “American Idiot”, cuando todo el mundo se puso de acuerdo en opinar que estos chicos habían utilizado el punk como un medio para hacerse ricos.
No obstante, la cosa sigue. Y hoy mismo, tras escuchar “¡UNO!”, puedo llegar a señalar varias cosas. En primer lugar, GD ha optado por usar voces corregidas en posproducción y con multitud de saltos de tesitura (escucha “Kill the DJ”), letras repetitivas (me remito a la misma canción; aunque “Oh Love” nos muestra más de lo mismo), acompañamientos de guitarra y bajo suavizados y cercanos al pop, a la vez que una batería que apenas destaca. De acuerdo, de punk ya no hay nada en este álbum. Pero nada de nada.
Lo que sí ha aumentado en estos años es el cuidado puesto en la estética y forma de vestir de los tres. Compara una foto de Mike Dirnt hace 6 años, y la diferencia será evidente.
De todas formas, no me malentiendas; Green Day me encanta, y esto no presenta ninguna paradoja con lo anteriormente expuesto. Para empezar, yo no me atrevería a considerar sus comienzos como “punk”; es más una especie de “actitud rebelde” mezclada con ciertos toques musicales “punk”. Es lo mismo que si nos diese por llamar “rock alternativo” a todo el arte de Radiohead, o “jazz” a la música de The Cinematic Orchestra. El musicólogo más puritano (y a veces, el mismo ciudadano de a pie) se sentiría ofendido.
Y a eso me remito. Green Day no es punk. Y quien intente asimilarlo así, les verá como unos vendidos.
Dejando de lado toda crítica que yo mismo haya hecho, la música de GD me hace sentir unas emociones y recordar determinadas situaciones de mi vida que ningún otro grupo consigue. El carisma de BJ y la filosofía de vida de GD son las que me atraen de este grupo. Sean vendidos o no. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario