El siguiente artículo ha sido escrito por un amigo que
prefiere mantenerse en el anonimato:
Soy un gran
fan de Green Day desde los 10 años, cuando escuché “American Idiot” por
primera vez, disco que me hizo inseparable de la banda californiana. Desde
aquel momento, no he parado de escuchar su discografía, además de ver multitud
de directos en vídeo. Incluso me sé mejor la vida de Billie Joe
(cantante/guitarrista) de memoria que la mía.
Y
precisamente hoy día 25 ha salido su último trabajo “¡UNO!” a la venta en
España.
Pues bien,
desde hace mucho tiempo que se le echa en cara a GD el disfrazarse de un ideal
que no profesan. Y es que es cierto que su idiosincrasia punk-rock ha ido
disminuyendo conforme han pasado los años. Vale, lo admito. Las primeras demos
de GD, tales como “Why do you want him?” presumen de un leve carácter punk
rock. Si bien las letras no presentan mucho símil con las de Sex Pistols ¸ en
cuanto a la música en sí, comparten rasgos típicos del género, como “power
chords” constantes, baterías simples y ruidosas, e incluso voces que llegan a
estar desafinadas, como si tratasen de protestar.
Ya en 1992,
cuando firmaron contrato con Reprise Records, se les tachó de vendidos por sus
primeros fans del bar de punk 924 Gilman Street. Sin embargo, no fue hasta
2004, tras la publicación de “American Idiot”, cuando todo el mundo se puso de
acuerdo en opinar que estos chicos habían utilizado el punk como un medio para
hacerse ricos.
No obstante,
la cosa sigue. Y hoy mismo, tras escuchar “¡UNO!”, puedo llegar a señalar
varias cosas. En primer lugar, GD ha optado por usar voces corregidas en
posproducción y con multitud de saltos de tesitura (escucha “Kill the DJ”),
letras repetitivas (me remito a la misma canción; aunque “Oh Love” nos muestra
más de lo mismo), acompañamientos de guitarra y bajo suavizados y cercanos al
pop, a la vez que una batería que apenas destaca. De acuerdo, de punk ya no hay
nada en este álbum. Pero nada de nada.
Lo que sí ha
aumentado en estos años es el cuidado puesto en la estética y forma de vestir
de los tres. Compara una foto de Mike Dirnt hace 6 años, y la diferencia será
evidente.
De todas
formas, no me malentiendas; Green Day me encanta, y esto no presenta ninguna
paradoja con lo anteriormente expuesto. Para empezar, yo no me atrevería a
considerar sus comienzos como “punk”; es más una especie de “actitud rebelde”
mezclada con ciertos toques musicales “punk”. Es lo mismo que si nos diese por
llamar “rock alternativo” a todo el arte de Radiohead, o “jazz” a la música de
The Cinematic Orchestra. El musicólogo más puritano (y a veces, el mismo
ciudadano de a pie) se sentiría ofendido.
Y a eso me
remito. Green Day no es punk. Y quien intente asimilarlo así, les verá como
unos vendidos.
Dejando de
lado toda crítica que yo mismo haya hecho, la música de GD me hace sentir unas
emociones y recordar determinadas situaciones de mi vida que ningún otro grupo
consigue. El carisma de BJ y la filosofía de vida de GD son las que me atraen
de este grupo. Sean vendidos o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario