jueves, 30 de junio de 2011

Onak eta txarrak


Continua la indignación contra el sistema... Basta ver ejemplos como el reciente 19 J o la huelga general en Grecia para darse cuenta de que el descontento es generalizado. Y en estos tiempos de revuelta y de lucha, incluso podríamos hablar de guerra, el "estereotipismo" y el prejuicio han contribuido a dividir a la sociedad en dos bandos, los buenos y los malos, connotaciones que se asignarán dependiendo del grupo del que formes parte. Hablando más imparcialmente, se podría decir que por un lado están los que se indigan  y "salen a las calles a luchar por el cambio" y por otro lado están los que no se indignan o los que son motivo de indignación para los del otro bando. Ya conocemos bien cual es la versión de cada uno, por ello me gustaría dar una visión totalmente distinta.
Al fin y al cabo, ¿qué ha sido el 15 M?: las cosas van mal, hay paro hay crisis, hay corrupción y la gente ha salido a echarle en cara todo esto a las autoridades. Reclamamos una "democracia real ya", puesto que creemos que el pueblo no tiene la plena soberanía que le correponde. Y ahí está nuestro gran error, creer que la soberanía de este mundo nos corresponde. En tiempos del Antiguo Régimen, el hecho de que el rey se declarara soberano máximo fue lo que marcó su decadencia. El implantamiento del absolutismo fue al mismo tiempo su principio y su fin. El clero, la nobleza y el pueblo se reían a escondidas de la prepotencia real y el que se creía todopoderoso acabó por encontrarse con una Revolución Francesa, que aparte de por el levantamiento del pueblo también estuvo marcada por la desobediencia de las clases privilegiadas al monarca. Y ahora, ¿qué ha estado ocurriendo?: el pueblo, que se cree dueño del poder, parece que se ha dado cuenta de que a escondidas sufre las burlas de políticos, banqueros o empresarios, y se ha levantado a exigir una soberanía, es decir, una autoridad suprema e independiente que nunca nadie ha tenido. En este mundo capitalista únicamente Don Dinero puede presumir de ser el más soberano de todos.
De todos modos, ¿cómo podemos echarle en culpa al sistema el que la democracia no funcione si el mal viene de raíz, habiéndola convertido nosotros en una demagogia?  No podemos hablar de un gobierno de la mayoría a favor de la comunidad (no creo que nunca hayamos podido hablar de un gobierno así), sino que hablamos de un gobierno de la mayoría atendiendo a sus apetitos. Profundamente individualistas como somos, nuestra mayor aspiración se ha convertido en trabajar lo menos posible y eso si cobrar lo máximo posible, y "qué se ha creído ese gobierno opresor que nos sube los impuestos" o "ese empresario explotador que nos da la posibilidad de hacer horas extra". ¡Pobres de nosotros proletarios que nunca hemos pagado en negro, nunca hemos cobrado el paro haciendo al mismo tiempo trabajos a media jornada, nunca hemos solicitado una VPO sin necesidad...! Y luego los corruptos ladrones son los políticos, banqueros... que también, pero al hacerlo estos a mayor escala no damos importancia a estos pequeños detalles sin importancia que ya se han vuelto consustanciales a nuestra sociedad. Por ello este 15 M ha gustado tanto, porque se le está echando la culpa de nuestra desgracia a quien quizá no sea tan culpable. Y esta revolución movida por unos pocos soñadores que han derramado sangre y lágrimas por ella, va a acabar en discusiones y peleas por culpa de una masa de vagos, muchos de los cuales van de progres izquierdistas que te critican por "fascista" o "capitalista" cuando les increpas estas cosas, cuyo ideal es poder estarse toda la vida rascándose la barriga y que se pasan lo de la solidaridad y el trabajo por el bien común por donde ya sabemos. Digamos que de lo de izquierdas cogen lo que les conviene. Por todo esto antes de echarle nada en cara a nadie, analizemos antes nuestro propio comportamiento y descubriremos que no somos tan inocentes como nos creíamos. Se suele decir que antes de intentar salvar el medioambiente pruebes por empezar limpiando tu cuarto, pues antes de indignarte con el sistema prueba indignarte contigo mismo. Lo dicho es sin lugar a dudas totalmente rebatible.

domingo, 19 de junio de 2011

Ta zer da gaitzesgarri?












A mediados de semana podíamos ver como una repetición de lo que ocurrió la semana anterior con el diputado popular Carlos García, pero a mayor escala. Unos 2000 supuestos miembros de los llamados "indignados" intentando evitar a toda costa que los diputados catalanes pudieran entrar en el Parlement, gritando, insultando, pintando e incluso agrediendo. Suceso que los medios de comunicación y los políticos han aprovechado para criminalizar todo el movimiento del 15 M. Suceso que ha manchado toda la movilización pacífica de no violencia, de no molestar, de convivencia con todo el que se pudiera ver afectado, rasgos que tanto han estado afectando a las autoridades al no poder echarles nada coherente en cara.
Y, ¿acaso no fue lo del miércoles un acto de lo más primitivo? No creo que ni siquiera supieran a quién insultaban y gritaban ni de qué partido eran, simplemente increpaban con todo el que se acercaba. Y, ¿por qué increpaban de esta manera tan salvaje?: "Porque no estamos de acuerdo con lo que se va a pactar en el Parlament". Y ahí paraban de hablar. Entonces una de dos, o la tele quiso censurarlos por su peligroso carisma revolucionario o simplemente no sabían qué coño hacían ahí a parte de faltar al trabajo o al insti para fumarse unos petas con los colegas y echarse unas risas zarandeando a unos apoquinados políticos. Es innegable que más de uno de nuestros políticos se merece que le peguen una buena hostia...o dos. Pero al utilizar la violencia pierdes toda la razón, te conviertes en algo tan despreciable como el político corrupto al que criticabas y denunciabas. Ya han hablado los que podríamos decir que son los inspiradores del movimiento "Democracia real ya", Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, y ambos han coincidido que en la sociedad moderna y principalmente en nuestro primer mundo la única forma de lucha que tiene cabida es la no violencia.
Coincidió que el mismo día salió la noticia de que 2,35 millones de españoles no tienen lo suficiente para comer a diario. Quizá esta sea la verdadera línea que nunca se debía de haber pasado y no lo del Parlament. Pero una cosa no justifica a la otra.

lunes, 13 de junio de 2011

Demokratikoak, ausartak... harroak, buruhandiak, leloak

El otro día podíamos ver una escena que recordaba tiempos que en teoría eran ya agua pasada. El concejal del PP, Carlos García, brutalmente abucheado, insultado e incluso amenazado por simpatizantes de Bildu, en Elorrio. ¿El motivo?: haber apoyado al PNV para evitar que Bildu se hiciera con la alcaldía. Analicemos este incidente.
Por un lado esta coalición anti-Bildu que se ha formado desprende ya un enfermizo tufo a mal perder mas que a "incondicional defensa de la democracia". Si un importante contingente de la ciudadanía de la CAV y de Navarra ha elegido a un determinado partido como su representante no puedes querer hacer todo lo posible por evitar que este esté en las instituciones. En democracia vivimos, y en democracia el pueblo tiene el poder y si el pueblo decide que Bildu es quien debe gobernar, pues Bildu deberá gobernars. Pero es que tan fervientemente se habían opuesto PP y PSOE a la legalización de Bildu, que los buenos resultados que ha obtenido la coalición, digamos que, les han hecho callar la boca. Y tan elevado tienen el orgullo ambos que no han sabido aceptar deportivamente esta "derrota". ¡El PP apoyando al PNV! Lo que hay que ver...
Por otro lado, qué rudimentarios que somos para algunas cosas. Me pregunto si esto en Catalunya hubiera sucedido... A limpio grito insultando y amenazando, cantando el "Eusko Gudariak" con el puño en alto, a ver si se consigue "acojonar al pepero ese pa que se vaya". Y lo que más me entristeció, cuando Carlos García quiso recordar a Miguel Angel Blanco y a Isaías Carrasco y se oyeron silbidos en la sala de juntas. Es una costumbre ya demasiado arraigada el hacerte el proetarra para inspirar temor, porque dudo que ninguno de los que silbó tuviera la capacidad de pegarle un tiro a nadie sin destrozarse la conciencia. Buscamos la normalización política de Euskal Herria pero todavía dudamos en condenar a ETA. Defendemos los derechos de los presos, pero todavía no mostramos respeto ni pesar por las victimas del terrorismo. La paz se consigue cediendo y tragando saliva y si en Madrid o París no ceden ¿vamos a ser nosotros igual de cabezones? Defender los derechos de los presos pero también recordar a las víctimas de ETA, ese es el camino de las soluciones democráticas. 
Ser el más radical, el más extremo, el más violento y demostrarlo siempre que sea posible...es ser un gilipollas. El cambio viene de algo mucho más inteligente.






lunes, 6 de junio de 2011

Seamos realistas, pidamos lo imposible

Empiezan ya a quitar las acampadas. En Iruña ya la han desmontado, mientras que en Barcelona y en Madrid ya poco a poco las van a ir quitando. El efecto 15 M se apaga. Pero al fin y al cabo, ¿adónde se quería llegar con esta insurrección civil?, ¿qué futuro queríamos?, ¿qué proyectos teníamos?, ¿iba a durar esto para siempre?
Hemos hecho algo que es, indudablemente, increíble: todos unidos, da igual si pijo o perroflauta, si viejo o joven si de san juan o de la rotxa... Todos juntos debatiendo, reflexionando porque nuestra indignación ya era demasiada. Se podría decir que hemos dado un primer paso, hemos empezado a subir la montaña pero hay que alcanzar la cumbre.
¿Qué vamos a ser como el "chiqui chiqui" que todo el mundo lo cantaba, se lo sabía de memoria hasta que pasó eurovisión y fue como si nunca hubiera existido? Vamos a pasar a ser una mera anécdota, que cuando seamos abuel@s contaremos a nuestros nietos. Vamos a ser otro "mayo del 68" en el que una vez que se amainaron las cosas, cayó en el olvido convirtiéndose en unas simples "locuras juveniles", que los putos políticos de ahora recuerdan con gran orgullo. Pues yo recuerdo otra cosa recuerdo como han traicionado el sueño que en su día defendieron con locura...
Por ello la revolución sigue, la lucha continua, para construir una nueva sociedad, la utopía permanente que ansiamos, el nuevo mundo que buscamos.