miércoles, 10 de octubre de 2012

La vuelta de Martín Fierro. Canto XXVII.


He servido en la frontera
en un cuerpo de milicias;
no por razón de justicia
como sirve cualesquiera.
[…]
Siempre el mesmo trabajar,
siempre el mesmo sacrificio,
es siempre el mesmo servicio,
y el mesmo nunca pagar.

Siempre cubiertos de harapos,
siempre desnudos y pobres,
nunca le pagan un cobre
ni le dan jamás un trapo.
[…]
Y ya es tiempo, pienso yo,
de no dar más contingente:
si el Gobierno quiere gente,
que la pague y se acabó.

Y saco así en conclusión,
en medio de mi inorancia,
que aquí el nacer en estancia
es como una maldición.

Y digo, aunque no me cuadre
decir lo que naides dijo:
la provincia es una madre
que no defiende a sus hijos.

Mueren en alguna loma
en defensa de la ley,
o andan lo mesmo que el güey,
arando pa que otros coman.

Y he de decir ansí mismo
porque de adentro me brota
que no tiene patriotismo
quien no cuida al compatriota.
[…]

José Hernández



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