jueves, 6 de octubre de 2011

Hezkuntza, iraultzaren sustraia (Hausnarketa II)



Al menos ya habrás oído mencionar los recortes en educación que se han producido últimamente. Madrid, Navarra, Galicia y Castilla-La Mancha han presentado planes de ahorro. El otro día hablaba con un amigo, estudiante este del IES Plaza de la Cruz, y me comentaba como se habían hecho notar estos recortes, como ahora habían empezado a mandarles a casa antes que lo normal por la carencia de docentes. Indignado me contaba también, como había hablado con una amiga que no entendía por qué motivo se había convocado una huelga estudiantil. Esta, obviamente, frecuenta un centro privado. Indudablemente se tendrán que hacer recortes:  hay déficit, paro, necesidad de invertir, necesidad de crecer... pero indescifrablemente, por estupidez o por otros intereses de carácter más maquiavélico..., las reinversiones son contradictorias, al confiar de nuevo en los en gran parte culpables de reventar el equilibrio económico (los bancos), que no parecen interesados en financiar a emprendedores (clave para el crecimiento), y los recortes, ante esta crisis radical, atacan ahora (más bien, llevan atacando) a la raíz de la sociedad, la educación.

"Donde hay buena educación no hay distinción de clases", decía Confucio. Una vez conscientes de la necesidad de reestructurar, ya no solo la sociedad o el mundo, sino que conscientes de la necesidad de llegar a la radicalidad de reconstruir la integridad de la personalidad humana, tenemos que llegar ahora, a una mayor radicalidad a la hora de buscar caminos de salida y soluciones. "¡Indignaos!" y más tarde "¡Comprometeos!" ha dicho Hessel, y criticando su "excesiva moderación", otros han clamado "¡Revolución!", pero ambos han sido superficiales, irreflexivos y pasionales al decir esto y no se han preocupado en ir más allá.

La RAE define educación como la crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes. Dicen que los niños son el futuro, los hombres y las mujeres del mañana. Y es que basta con analizar cómo funciona un colegio regular de un país, para poder adivinar con bastante precisión cómo funciona el país en general. Desorganización y relax en los centros escolares, dan lugar a un país un tanto caótico. Competitividad e "incentivismo" junto con carencia de valores, dan lugar a un país frío, utilitarista y enemigo de sí mismo. Por lo tanto, ¿qué pueden suponer la no reestructuración de la educación y los recientes recortes?: para empezar no supondrán una solución al déficit o al paro, sino que en todo caso serán un simple parche más a la economía, pero bueno ya estamos acostumbrados a las soluciones transitorias e inútiles. Por otro lado, y lo más grave llega aquí, en el largo plazo aumentarán las diferencias sociales, al afectar estos principalmente a la educación pública, favoreciendo la privatización de la educación (se nos fue el Estado del Bienestar), y la degradación progresiva que va a experimentar la enseñanza ante la ausencia de reacción, aunque parezca imposible, dará lugar a una sociedad aún más idiota que la actual. La educación se nos plantea pues como una solución que para algunos será demasiado sencilla, poco rocambolesca y poco atractiva, pero ¿quién puede discutir que no sea efectiva? 

Visto ya desde el individualismo, ante la sociedad de la información y de la consustancial manipulación de esta, el conocimiento, la formación se nos plantean como claves para esquivar el control del “Gran Hermano” y ser verdaderamente libres. Pero ante la obnubilación de gobiernos, que actúan inconscientemente sujetos a otros intereses (véanse estas declaraciones de un especulador a la BBC), y que, por ejemplo, aún mantienen intactos los fondos para el TAV, tren cuya rentabilidad ante la experiencia infraestructural española de trenes y aeropuertos vacíos, pongo en duda, la reacción tiene que venir de nuestra mano. La cosa es fácil, empieza por no limitarte a lo que te ponen delante.





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