sábado, 16 de junio de 2012

Bolsa de basura


Todo un invento la bolsa. Orgulloso símbolo del liberalismo, la bolsa de valores fue toda una innovación, clave para la emergencia del capitalismo frente al antiguo feudalismo. El origen de las bolsas modernas lo encontramos en la ciudad de Brujas, en el siglo XIII, en el seno de la familia Van der Buerse. El volumen de las negociaciones, la importancia de esta familia y las transacciones que en su entorno se realizaban le dieron el nombre a lo que actualmente se conoce como "bolsa", por el apellido Buerse. No obstante, no fue hasta 1460, cuando en Amberes apareció la primera bolsa general, que reunió a mercaderes de distintas nacionalidades, los cuales realizaban transacciones y cotizaban objetos de valor. El gran auge bursátil, llegó por supuesto de la mano de la revolución industrial en el siglo XIX.
La teoría nos presenta su aparición como una necesidad indispensable para el progreso, sin la cual no podríamos concebir la economía actual. A continuación alguna de sus ventajas:
·        la bolsa permitió canalizar el ahorro hacia la inversión, contribuyendo así al proceso de desarrollo económico.
·        ponen en contacto a las empresas y entidades del Estado necesitadas de recursos de inversión con los ahorristas.
·        confieren liquidez a la inversión, de manera que los tenedores de títulos pueden convertir en dinero sus acciones u otros valores con facilidad.
·        favorecen una asignación eficiente de los recursos.
·        constituyen el mejor instrumento de valoración de activos financieros.
No se puede poner en duda la importancia de las bolsas de valores. No obstante, para toda persona medianamente lógica, resulta más que sospechoso eso de compro a 10 un día y al día siguiente vendo a 200. Para toda persona medianamente lógica que no saque beneficie de esto, claro. Podremos dudar sobre su indispensabilidad, o al menos, se podrá dudar de lo beneficioso de su labor en nuestras sociedades.  
Le encuentro muchas semejanzas con el juego de la ruleta. Uno va a una sala de juego y entra con una determinada cantidad de dinero que de distintas maneras va a apostar. Se podrá ir a por una apuesta segura y jugar a color, a par/impar o a mayo/menor. En las tres hay un 50% de posibilidades de ganar. Si nos gusta el riesgo, podremos pasar a apostar por que toque en 1ª, 2ª o 3ª docena, o jugárnosla a que salga un número concreto.  La cantidad de dinero que podremos ganar será mucho mayor. Y ya por último, de los distintos números a los que podemos apostar habría dos incoloros el 0 y el doble 0, a los cuales poca gente suele apostar por lo poco beneficiosos que resultan, pero que si alguna vez los aciertas la ganancia que obtendrías sería máxima.
Con la bolsa ocurre algo más o menos similar. Están las inversiones seguras, con las que nunca vas a tener grandes pérdidas pero tampoco tus ganancias van a ser nada del otro mundo. A día de hoy ejemplo de estas serían los bancos o el índice dólar. Habría otras no tan seguras, como las inversiones en períodos de baja de la bolsa: jugársela a una empresa sin saber si está volverá subir (como la mayoría hará) o se quedará estancada en la baja o incluso seguirá perdiendo valor. Luego ya, nos encontramos con los plenos, las inversiones más arriesgadas a compañías inestables y de futuro imperceptible. Por ejemplo, invertir en la recientemente expropiada YPF (que ahora sería un 0 o doble 0), empresa de porvenir incierto y que “en la teoría” debería de seguir bajando. Pero ni en el casino ni en la bolsa hay teoría que valga mucho, y por ello se encuentra el inversor con que a la mínima que YPF encuentre un chorrito de petróleo, sus acciones se van a disparar.
Ahora bien el juego de la bolsa no depende del puro “azar”. Una empresa no siempre va a duplicar el valor de sus acciones x día a x hora por realizar distintas acciones beneficiosas para la misma. Existe otro factor en juego: la especulación. ¿Y detrás de esta quienes están? Moody’s, Goldman Sachs, Standard & Poor’s… Las famosas consultoras y bancas de inversión con las que todo empresario y gobierno que quiera sobrevivir, tiene que llevarse bien. Ellas dictan quien va a subir y quien va a bajar. Y ¿por qué fiarse de ellas? Porque todo el mundo lo hace, y nadie sabe de quién fiarse sino. Por ejemplo, Moody’s dicta que los bonos públicos españoles son “bonos basura”, puede que  no lo sean, ¿pero quién se va a atrever a ir contracorriente del mercado? Puede que dijeran la verdad, pero de todas formas, aunque hubiesen mentido, lo más probable es que sin inversores los bonos de España acaben siendo “basura” y el gobierno termine por pedir un rescate. Existen mil maneras distintas de sacar rentabilidad de esta manera, pero bueno no existe especulador bursátil que vaya a cometer semejante acto de maldad…
La palabra “financiero” viene de fe, y es que el juego de la bolsa es un juego de confiar y desconfiar, de apuestas y faroles. Pero el casino por excelencia está amañado, para que la casa termine por ganar.
¿Hasta qué punto sirven las bolsas de valores? ¿Fabrican coches, curan enfermos? Ni bienes, ni servicios, “valores” impalpables que unos días suben y otros bajan. ¿Qué son sino gigantes bolsas de basura?






Bibliografía:

1 comentario:

  1. Le economía, como ciencia, es un medio que permite al hombre/mujer sobrevivir materialmente: comer, vestirse, divertirse...Es un instrumento, cuando se convierte en fin es cuando se busca el dinero por el dinero y aparecen cosas como la especulación.
    Rosa roja

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